El liderazgo no es un destino, es un proceso. Esta es una practica que dura años en desarrollarse y que frecuentemente puede parecer un fracaso estrepitoso. Esto normalmente sucede cuando la persona que lidera se quiere ver como el o la que está a cargo, y en realidad el secreto está en aprender a comunicarse de tal forma que las demás personas confíen.
Desde nuestros roles de gerentes o lideres de equipo, en ocasiones olvidamos lo que ello significa cuando estamos pensando en trabajo en equipo. Ser un gran líder no es cuestión de hacerse notar como la persona a cargo, vestirse de una u otra manera o de andar recordándole a todos que eres la persona que toma las decisiones finales. En realidad, todo se sintetiza en las habilidades sociales que tenemos. Esas tan anheladas habilidades blandas que tanto hacen falta que nos enseñen en los colegios y universidades son el pilar fundamental para poder ser un gran líder.
Estos cambios no se logran de la noche a la mañana, pero para poder conseguirlos es necesario empezar, y hacerlo de inmediato. Por ello, te daré 5 tips que pueden cambiar tu estilo de liderazgo y conseguir que tu equipo de trabajo confíe en ti y alcancen objetivos de manera más abundante.
- Retroalimenta asertivamente
Ser un buen líder no se trata de celebrarle a todas las personas todo lo que hacen día a día. Según estudios realizados por PricewaterhouseCoopers las retroalimentaciones “negativas” cuando se realizan de manera apropiada, resultan ser mucho más valiosas y útiles para las personas que andar reforzando diariamente lo positivo. Todas las personas quieren aprender y crecer, y se sienten desafiadas a ser mejor. Para ello, el método Sandwich puede funcionar muy bien. Este consiste en dar un cometario positivo, uno constructivo y uno positivo. Importante, una cosa es criticar y otra muy distinta es dar retroalimentación constructiva dirigida hacia la mejora.
- Sé un líder autentico
No existe una receta mágica para ser un gran líder. Es bueno buscar inspiración, pero copiar o emular. Bien lo decía Ralph Waldo Emerson “La imitación es un suicidio”. Una persona alcanza el éxito cuando deja de ser un admirador y encuentra su propio sello. Cuando no estas actuando ni jugando a ser una persona que no eres, logras transmitir tu vulnerabilidad y autenticidad, generando confianza en tu equipo de trabajo.
- Asume la responsabilidad
Si algo sale bien, es premio para todo el equipo. Si algo sale mal, es responsabilidad completa de quien lidera. Es muy fácil caer en la posición de victima y culpar a los demás por las cosas que no salieron tan bien como esperábamos. Es acá donde es importante que los lideres se hagan responsables de su equipo sin importar lo que suceda, incluso cuando claramente no es su culpa. Sea lo que sea, los grandes líderes predican con el ejemplo y antes de criticar a los demás, asume su responsabilidad.
- Dejar que los demás comentan sus propios errores
Sobreproteger a tu equipo es tan malo como sobreproteger a tus hijos. Debes dejar que cometan sus propios errores y aprendan de ellos. Obviamente el ideal es que esos errores sucedan en un entorno controlado, pero el objetivo real es llevar a las personas a un lugar donde se sientan cómodos y confiados operando por su cuenta. Es así como logras realmente que alguien pase de ser solo un empleado a un miembro real del equipo. Esto es una tarea que requiere de mucha paciencia, y de ser consciente del costo oportunidad a corto plazo que significa el aprendizaje.
- Reflexionar sobre nuestro rol y solicitar feedback con frecuencia
Las mejores organizaciones son aquellas en las que los empleados se sienten cómodos dando un feedback directo a sus gerentes y líderes. Debe existir una manera en la que se logre comprobar que las personas se escuchan entre sí y si el estilo o forma de comunicación es eficaz. Para ello, deben existir los canales en los que el empleado le puede decir a su jefe, ejecutivo o dueño de empresa lo que siente, lo que le molestó, lo que notó y que esto fue recibido. Y no solo recibido, sino apreciado.
Como líderes, lo último que queremos es trabajar en el vacío de nuestros pensamientos. Tenemos mucho más que ganar escuchando a nuestro equipo que lo que tenemos por perder. Ser líder tendrá altibajos, pero es una oportunidad de aprendizaje constante y una fuente de crecimiento increíble.